Como este mes estuvo lloviendo mucho, sumando la situación económica actual que no nos permite salir a disfrutar del ocio, la selección de películas y series del mes se viene cargadita. Desde animación a series de HBO, clásicos y nuevos, un surtido paquete de diversos contenidos condimentaron este mes la pantalla de mi TV y espero que también pueda hacer lo mismo con la vuestra.
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Afro Samurai – dirigida por Fuminori Kizaki y Jamie Simone; producida por Samuel Jackson, Japón y EEUU, 2007 –
Afro Samurai es una serie de los estudios GONZO que consiste en 5 capítulos sobre un samurai con peinado afro (buenísimo, dicho sea de paso) que busca venganza por una sucesión de acontecimientos que involucran a personas cercanas a él. Afro (nombre coloquial del samurai) tiene un amigo llamado Ninja Ninja que representa, en su forma de moverse, hablar y actuar, al ritmo del Bronx, en Nueva York. Toda la serie se centra en que un hombre es más que una leyenda y, por supuesto, en cómo un deseo de venganza puede transformar a un ser humano. No hace falta decir que cada episodio está lleno de acción, humor, violencia y por sobre todo mucha, mucha sangre. El productor de Afro Samurai es Samuel Jackson (¿increíble, no?) y se ha gastado alrededor de 1 millón de dólares por cada episodio de la serie.
Al principio debo reconocer que no estaba tan esperanzada con esta serie, ya que la combinación del estilo anime con cultura afroamericana me parecía algo así como una «milanesa de chancho» como decimos en Paraguay (léase en español correcto: una mezcla de diosa y pantera), pero luego de haberla visto puedo decir que estoy bastante contenta con el resultado y especialmente por haber visto un enfoque distinto a este estilo de animación. Es cierto que (para el que vea en la versión original) el acento de los personajes molesta un poco porque hacen que el bello estilo que lleva la animación quede vulgarizada por una voz de gangster de MTV, pero como había mencionado antes, es interesante el «mix and match» de temas y estilos poco usuales de verlos juntos.
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True Blood – creada por Alan Ball, producida por HBO y basada en la novela Southern Vampire de Charlaine Harris – EEUU, 2008 –
When you came in the air went out; estas palabras reverberaron en mi cabeza por casi un mes de la buena impresión que me causó la introducción de esta serie. Recomendada por dos grandes amigas, Maria Fe y Adri diciéndome (Adri) «A una gótica como vos iba a ser imposible que no le guste esta serie» y (Maria Fe) «Haceme caso y mirá esta serie que, confiá en mí, te va a gustar». Dicho y hecho señores, ambas la dieron en el clavo.
Como toda serie de HBO (Six Feet Under, The Sopranos, Carnival, por citar algunas) True Blood tiene una calidad de producción de primera línea, con imágenes hipnotizantes (como les dije, me quedé impresionada con la intro), buena actuación, temática interesante… quién se iba a imaginar que a esta altura de la vida venga alguien a sorprendernos con una historia de vampiros, cuando ya pensamos que los vampiros estaban fritos y refritos. Todo está deliciosamente calculado; lo que personalmente me encanta de la serie (y voy a pecar por friki) es el uso del color como elemento simbólico en distintas situaciones; cada color significa algo y da ese condimento secreto que es tan sutil que es algo que lo podemos sentir más de lo que podemos explicarlo.
¿De qué va la serie? Los vampiros finalmente pueden «salir del ataúd» gracias a la creación de sangre sintética japonesa que hace que no tengan que sacrificar a nadie para poder sobrevivir y plantearse la integración en la sociedad. En un pueblo de Luisiana una camarera llamada Sookie Stackhouse, con poderes telepáticos, conoce a Bill Compton, un vampiro que crea en ella una gran fascinación, ya que era la única persona a la que Sookie no podía leer los pensamientos. Es difícil decir más sin revelar detalles de la serie, así que mejor verla teniendo la espinita del misterio 🙂
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Goodbye, Lenin! – Escrita por Bernd Lichtenberg y Wolfgang Becker; dirigida por Wolfgang Becker – Alemania, 2003
Está clarísimo que esta peli es un clásico. Creo que fui la única persona que la vió recién hace un par de semanas, pero bueno, ¡más vale tarde que nunca! Goodbye, Lenin! es una de esas películas que te dejan con ganas de ir a dar un beso a tu madre y olvidarte de todo lo que te pudo haber regañado (¡por supuesto entre otras miles de cosas que pueda generarte esta película, vamos! je je).
Este largometraje pone en exposición el siguiente planteamiento: ¿qué sucedería si despertamos un día y todo el contexto social en el que vivíamos y admirábamos ha desaparecido? Este es el caso de la madre de Alexander Kerner, una mujer orgullosa y promotora de sus ideas socialistas en una Alemania Oriental de los años 80, que al ver a su hijo participando en una protesta en contra de Erich Honecker, al que tanto admiraba, pierde el conocimiento entrando en un coma por 8 meses; periodo en el cual cae el Muro de Berlín y el capitalismo entra triunfante a adueñarse de la región. Por razones de salud el médico advierte al hijo de la mujer que bajo ninguna circunstancia su madre podía pasar por un fuerte impacto emocional, ya que tenía el alto riesgo de sufrir otro ataque y morir. Esta situación hace que el hijo decida crear un mundo de fantasía, recreando la Alemania pre-caída hasta el más mínimo detalle. Nuevamente no me atrevo a decir más para cualquiera que aún no haya visto la peli.
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Within Temptation and the Metropole Orchestra – Black Symphony DVD
Yo sé que el estilo metal gótico no es el favorito de muchos (e insisto que es porque nadie le dio una verdadera oportunidad pero no me meto con gustos ajenos, je je…). Pero independientemente al estilo musical, Within Temptation, conjuntamente con la Metropole Orchestra de Holanda, han materializado un sueño orquestal ante 10 000 personas en el mes de febrero de 2008 en Ahoy Rotterdam – teniendo como participante al coro Pa’dam – con motivo de promocionar su nuevo disco Black Symphony. Este magestuoso concierto fue grabado en un DVD de 2 horas de concierto y varios extras que demuestran cuán interesante es combinar estilos clásicos con contemporáneos, nó solo en el sentido sonoro sino también de valor de espectáculo. La puesta en escena de este concierto no tiene palabras para ser descrito: pantallas gigantes con proyecciones mágicas, fuego, viento, nieve… además de ver en un mismo espectáculo a una orquesta completa, 30 voces de coro y, por supuesto, el poder de la guitarra, bajo y batería de una buena banda de metal que, 100 por ciento seguro, dejará a todo espectador con la piel de gallina, o para ser más finos, cutis de ave, je je… más malo el chiste…
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