vanity by *Meeeggaaaaannnn
En estos tiempos donde todo parece ocurrir en magnitudes poco modestas, las fronteras de la indiferencia han ido – en un paso lento pero seguro – trasladándose hacia tierras más lejanas. Es imposible no notar el aumento de las personas que hurgan en la basura intentando encontrar alguno que otro bocado que les pueda llenar el estómago, así como cada día que pasa se crean nuevos pobres que estrenan su nueva vida viviendo en las calles, esperando sentados frente a un bar que algún cliente haya exagerado con su pedido y así poder limpiar más tarde lo que queda del plato.
En un ejemplo no tan extremo pero igualmente alarmante es el desgaste de la calidad de vida a causa de los extensos horarios de trabajo, la escasa posibilidad de poder vivir de lo que somos buenos haciendo y hasta el deterioro del sentido de la vista a causa de haber confinado los ojos a una pequeña ventana rectangular de luz artificial. Ahora bien, con todos estos sucesos en mente, ¿alguien me puede explicar por qué existe tal nivel actual de superficialidad?
Estoy muy lejos de entender esta regresión social como lo haría un profesional en el área. Sólo me quedan preguntas sin responder e interrogantes que al parecer despierta el interés de sólo unos pocos. ¿Es que es más sencillo vivir pensando que es mejor ignorar lo que no podemos solucionar? Al parecer esta filosofía es el hilo conductor de una sociedad en la que la frivolidad parece compensar la carencia de interés hacia la propia evolución de las acciones y el pensamiento humano.
No puedo entender cómo en un mundo que se desangra a causa de la ignorancia y extrema necesidad, el nuevo concepto de aceptación social sea casi enteramente la perfección física. Drogas para estar feliz y cirugías para detener el tiempo. ¿Detenerlo para qué? ¿De qué? … ¿Por qué nos da tanto miedo el futuro?
Vivimos en un mundo donde el abuso sexual es un fetiche de muchos y dentro de una sociedad que glorifica lo artificial y aborrece el progreso ajeno simplemente por no ser el suyo. Mujeres que no miran más allá de las calorías que se comen al día porque sino “nunca lograrán nada en la vida viéndose así”, de hombres que tienen al dinero como su única unidad de medida, con sueños que no van más allá de despertar el interés sexual de una niña de no más de 14 años. ¿Y qué pasa con los niños? Simple. Crecen pensando que lo más noble, lo más sublime que se puede ser en la vida es cantante pop o participante de un reality show.
Estas son las masas sociales de nuestros días; esto es lo aceptable, lo normal. Estas son las preocupaciones que no dejan dormir muchos y que hacen llorar a la mayoría. ¿El pobre que está comiendo de la basura? Ese no es problema de nadie…
Si es inteligente seguro que es fea, si es buena persona seguro que es gordo; y por supuesto que todos los que están a mi alrededor son más tontos que yo porque yo tengo la mayor experiencia que se pueda tener… la de la vida. Esta es la sabiduría del ciudadano contemporáneo; los capítulos de la historia que están siendo archivados como herencia de la humanidad. Qué bonito, ¿no?
Nos hemos reducido a ser guiados por nuestros instintos básicos, siendo que nos tomó millones de años llegar a donde estamos. Es como construir un barco para luego incendiarlo para conseguir calor; como aprender a nadar para vivir en el desierto… como escribir una carta para luego usarla para un avión de papel.
Tengo mucho más que decir… pero soy muy bonita para que la mayoría realmente me escuche.