Muse by ~NomeEdonna
Son las 5 de la mañana de un día cualquiera; de pronto despiertas como si tuvieses que correr por tu vida, pero no hay nadie allí más que el silencio de la madrugada almacenando lo poco que le queda de oscuridad. Luego de varios intentos fallidos de caer en manos del tentador sueño profundo, hay algo que despierta en el centro del abismo intelectual; un manantial de pensamientos que te inunda de ideas, de conclusiones y respuestas tanto buscadas a consciencia pero así como una semilla caída en mala tierra, nunca llegan a germinar. A partir de este punto te encuentras de pie ante una bifurcación del camino; podrías optar por coger una libreta y empezar a escuchar a esa sabia voz interna, o bien intentar recordar su ilustre disertación más tarde…que como todos sabemos casi nunca termina en un final feliz.
Entonces la pregunta es: ¿Hay alguna manera de incrementar las posibilidades de conseguir esta inspiración a voluntad? ¿Cómo podemos invitar a la Musa inspiradora a charlar con nosotros más a menudo? Y lo más importante ¿Qué debo darle de comer para que quiera repetir la visita y que siempre se sienta a gusto? Con toda sinceridad no existe una fórmula exacta, porque al estar esta bella inspiración conectada a nuestro lado más sensible está claro que la inestabilidad constantemente la lleva de la mano. ¿Qué hacer entonces? Te propongo…
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Música, poesía o literatura (o todos) todos los días
Estos tres elementos comparten una línea en común, que es darnos una nueva estructura de las palabras, ideas y cadena de pensamientos. Por rutina –y por el instinto de supervivencia del ser humano – tendemos a cambiar muy poco la manera que tenemos de hacer las cosas una vez que funcionan, ya que por el sistema «prueba y error» no tendemos a modificar una metodología y arriesgarnos nuevamente a que no lo consigamos hacer. Es por eso que la música, la poesía y la literatura nos enseñan experiencias y realidades de otras personas, con pensamientos, acciones y estructura de toma de decisiones ajenas a la nuestra, dándonos una nueva realidad, un punto de vista distinto y estimula nuestro deseo de experimentar nuevos rumbos. Pero la regla de oro es tomar dichos elementos como referencia y no como aspiración creativa, ya que la originalidad en una pieza creativa está en su estilo propio. La gente ya conoce a un Picasso o a un Shakespeare, ahora quieren saber de tí y qué tienes para dar al mundo con tu talento.
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Curiosidad e interés por todo
Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta al momento de buscar inspiración es que nada se crea espontáneamente. Todo surge de la curiosidad de conocer cómo funcionan las cosas, de dónde salen, cómo llegar a ellas y cómo otras personas han encontrado el mejor camino para llegar a saciar sus propias preguntas. ¿Qué se siente ser abuelo? ¿Cómo funciona una fábrica de cartón? ¿Cuál era la moda del siglo XV?. Pregunta a un granjero cómo cosecha el trigo, habla con el abuelo que se sienta en la parada del autobús todos los días en sus calcetines y no sabes por qué, atrévete a decir «todo estará bien a una persona que está llorando intentando que nadie la vea. Como dice una frase célebre, «no hay preguntas estúpidas, sólo estúpidos que no preguntan». La curiosidad es el motor del aprendizaje y el deseo de ayudar y conocer a las personas que nos rodean el más nutritivo pan nuestro de cada día. Todos tenemos siempre algo que decir, y si se pregunta de la manera correcta la respuesta puede ser tan inspiradora que hasta puede convertirse en poesía.
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Alimentación intelectual de lujo…pero también basura
Lo importante a tener en cuenta es que estos elementos funcionan a base de «repertorio creativo», lo que significa que cuanto más variada sea nuestra fuente de información más oportunidades tenemos de encontrar nuevos nichos de imaginación. Todos tenemos nuestros dioses, ejemplos de talento y creatividad; está claro que nos encantaría escribir, dibujar, hablar y hasta comer lo mismo que ellos para ver si así podríamos ser un poco más como ellos. Pero, como había mencionado anteriormente, estas personas llegaron a donde están porque ofrecieron algo distinto a mundo, algo que antes era desconocido y que abrió un camino nunca antes explorado para demostrar al mundo que estamos todavía tan lejos de haberlo inventado todo. ¡Atrévete a ser tú mismo y a saber lo que tu talento vale! Te sorprenderán los resultados.
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En conclusión…
Nadie nace naturalmente lleno de imaginación y creatividad. Estas son cualidades que conforman la esencia de todo ser humano. El secreto está en descubrir cómo utilizar este preciado talento y entender que si bien es un privilegio de todos, no muchos saben como sacar el mejor provecho de estas maravillosas cualidades. Como todo lo bueno y lo que deseamos que permanezca para siempre el poder utilizar estas armas creativas requiere de una buena alimentación de estímulos, de una constante curiosidad hacia nuestro entorno y de la valoración de la belleza que existe en todo lo que nos rodea. Emprende una aventura hacia las aguas de la fantasía, escucha al viento susurrarte nuevas melodías, prueba nuevos contextos, abre los ojos hacia tu interior…y observa.
Las experiencias nos hacen fuertes y, por sobre todo, sabios.