Archive for the ‘De todo un poco…’ Category

Cuando no quede un ladrillo sobre otro, allí estará la música

11 julio 2010
Don't Stop The Music, por ~MihaEla-Cojocariu
Don’t Stop The Music
, por ~MihaEla-Cojocariu

Cuando nos sumergimos en los fluidos armónicos de una melodía, los dedos de la música acarician nuestra mente y los ritmos nos besan el alma; todos los seres humanos comparten esta dichosa experiencia sin importar raza, edad ni sexo. El hecho de poder moldear los sonidos, elegirlos y combinarlos como lo haría un comisario de arte con sus cuadros, nos alimenta con expectativas, cambiando la ira por curiosidad, la frustración por la fantasía y la tristeza por libertad.

La música transporta, eleva y habla en un idioma que si lo pudiésemos entender racionalmente podríamos comprender por qué el subconsciente llora de emoción ante su presencia. Sumergirse en una melodía es volver a la ingravidez del vientre nuestra madre, cuando los oídos se excitaban ante el mar de vibraciones de venas, arterias y músculos.

¿Quién podría describir con palabras las conversaciones entre la música y los sentimientos? ¿Quién entendió mejor la ira social, tendió la mano ante un fracaso o gritó de alegría en los momentos de gloria como lo hizo la música? ¿Se ha reído alguna vez la música de nuestras espontáneas conclusiones filosóficas (porque sino la hubiese estado escuchando mientras escribía esto) o nos ha hecho parar de soñar?

No hay mejor ni peor composición sonora, sólo existen momentos en la vida repleto de sensaciones distintas y decorado por un arco iris de experiencias que al igual que nuestro código genético nos hacen únicos, incomparables y majestuosamente maravillosos. Cuanto más aprendemos de la música nos parece menos posible conformarnos con ser una sola persona. ¿Quién renunciaría a toda la comida del mundo a cambio de disfrutar eterna y únicamente de su plato favorito? Teniendo la capacidad de sentir individualmente lo dulce, lo salado, lo amargo y lo ácido, ¿no sería un tremendo desperdicio enamorarnos de un solo sabor?

Seamos amantes de nuestros sentidos, acariciemos las emociones con las suaves manos de la música y recordemos siempre que hemos sido diseñados para viajar entre vibraciones, que así como la mirada de la persona que amamos, la sonrisa del sol cada mañana y las dulces palabras del viento conforman la belleza de lo que jamás seremos capaces de ser humanos si no existieran.

Superficialidad en tiempos de crisis

1 junio 2010

vanity by *Meeeggaaaaannnn

En estos tiempos donde todo parece ocurrir en magnitudes poco modestas, las fronteras de la indiferencia han ido – en un paso lento pero seguro – trasladándose hacia tierras más lejanas. Es imposible no notar el aumento de las personas que hurgan en la basura intentando encontrar alguno que otro bocado que les pueda llenar el estómago, así como cada día que pasa se crean nuevos pobres que estrenan su nueva vida viviendo en las calles, esperando sentados frente a un bar que algún cliente haya exagerado con su pedido y así poder limpiar más tarde lo que queda del plato.

En un ejemplo no tan extremo pero igualmente alarmante es el desgaste de la calidad de vida a causa de los extensos horarios de trabajo, la escasa posibilidad de poder vivir de lo que somos buenos haciendo y hasta el deterioro del sentido de la vista a causa de haber confinado los ojos a una pequeña ventana rectangular de luz artificial. Ahora bien, con todos estos sucesos en mente, ¿alguien me puede explicar por qué existe tal nivel actual de superficialidad?

Estoy muy lejos de entender esta regresión social como lo haría un profesional en el área. Sólo me quedan preguntas sin responder e interrogantes que al parecer despierta el interés de sólo unos pocos. ¿Es que es más sencillo vivir pensando que es mejor ignorar lo que no podemos solucionar? Al parecer esta filosofía es el hilo conductor de una sociedad en la que la frivolidad parece compensar la carencia de interés hacia la propia evolución de las acciones y el pensamiento humano.

No puedo entender cómo en un mundo que se desangra a causa de la ignorancia y extrema necesidad, el nuevo concepto de aceptación social sea casi enteramente la perfección física. Drogas para estar feliz y cirugías para detener el tiempo. ¿Detenerlo para qué? ¿De qué? … ¿Por qué nos da tanto miedo el futuro?

Vivimos en un mundo donde el abuso sexual es un fetiche de muchos y dentro de una sociedad que glorifica lo artificial y aborrece el progreso ajeno simplemente por no ser el suyo. Mujeres que no miran más allá de las calorías que se comen al día porque sino “nunca lograrán nada en la vida viéndose así”, de hombres que tienen al dinero como su única unidad de medida, con sueños que no van más allá de despertar el interés sexual de una niña de no más de 14 años. ¿Y qué pasa con los niños? Simple. Crecen pensando que lo más noble, lo más sublime que se puede ser en la vida es cantante pop o participante de un reality show.

Estas son las masas sociales de nuestros días; esto es lo aceptable, lo normal. Estas son las preocupaciones que no dejan dormir muchos y que hacen llorar a la mayoría. ¿El pobre que está comiendo de la basura? Ese no es problema de nadie…

Si es inteligente seguro que es fea, si es buena persona seguro que es gordo; y por supuesto que todos los que están a mi alrededor son más tontos que yo porque yo tengo la mayor experiencia que se pueda tener… la de la vida. Esta es la sabiduría del ciudadano contemporáneo; los capítulos de la historia que están siendo archivados como herencia de la humanidad. Qué bonito, ¿no?

Nos hemos reducido a ser guiados por nuestros instintos básicos, siendo que nos tomó millones de años llegar a donde estamos. Es como construir un barco para luego incendiarlo para conseguir calor; como aprender a nadar para vivir en el desierto… como escribir una carta para luego usarla para un avión de papel.

Tengo mucho más que decir… pero soy muy bonita para que la mayoría realmente me escuche.

Esas tierras de nadie llenas de gente…

20 abril 2010

Ghost City, por ladymirga

Ante todo quisiera disculparme por no haber estado en contacto a través del blog por un buen tiempo. Todos sabéis que la situación laboral en este momento requiere que entreguemos un extra esfuerzo para sacar mejores resultados y así intentar mejorar la situación económica de todos un paso a la vez, lento pero seguro. 🙂

Una vez dicho esto, me gustaría esta vez que se tomaran un tiempo para leer este pequeño poema que he escrito para el Concurso de Relatos Cortos de TMB. Esta historia se basa en el espacio físico de los transbordos del metro; cómo estos sitios sin ser denominados como medio de transporte ocupan de igual manera un punto importante de tránsito de pensamientos, experiencias, sonidos e ideas; cómo un sitio de tan sólo transición puede formar una parte esencial de nuestras vidas y hasta tomar vida propia. Os pediría si os ha gustado el poema lo voten a través de este enlace (agregando la cantidad de estrellas que piensen que es justo) o bien dejando un comentario. 🙂

Entonces, sin más, os presento la Oda al Transbordo.

Caras molestas, caras perdidas;
trajes, corbatas, vestidos y sandalias.
Los tacones resuenan marcando violenta y curiosamente
los segundos de retraso.
Toc, toc; tic tac… y de repente un violín;
sus notas viajan por el viento de una punta a la otra.
Todos lo notan pero nadie se atreve a prestar atención.
Techos blancos con manos sucias,
suelos sucios con miradas en blanco.
¡Compra! ¡Visita! ¡Conoce! ¡Aprende!
Tantas sugerencias, tantas mentiras,
tantas fabricadas necesidades.
Toc, toc; tic tac … me quiere, no me quiere;
me quiere, no me quiere.
¿En cuánto tiempo encontraré hoy
la luz al final del túnel?
Goteras, aserrín, dulces y tensión.
Para el que lo conoce es un martirio
y para el turista una incomprensión.
Hoy no es un violín pero sí una guitarra;
concentración, deseo, una silla
y una caja con contadas monedas.
No te preocupes, bello moldeador del aire,
que ellos no te ven hoy
y tampoco se atreverán a verte mañana.

Si te ha gustado este poema, por favor vota por el mismo aquí 🙂

Cómo alimentar a una Musa (y no morir en el intento)

13 enero 2010

Muse by ~NomeEdonna

Son las 5 de la mañana de un día cualquiera; de pronto despiertas como si tuvieses que correr por tu vida, pero no hay nadie allí más que el silencio de la madrugada almacenando lo poco que le queda de oscuridad. Luego de varios intentos fallidos de caer en manos del tentador sueño profundo, hay algo que despierta en el centro del abismo intelectual; un manantial de pensamientos que te inunda de ideas, de conclusiones y respuestas tanto buscadas a consciencia pero así como una semilla caída en mala tierra, nunca llegan a germinar. A partir de este punto te encuentras de pie ante una bifurcación del camino; podrías optar por coger una libreta y empezar a escuchar a esa sabia voz interna, o bien intentar recordar su ilustre disertación más tarde…que como todos sabemos casi nunca termina en un final feliz.

Entonces la pregunta es: ¿Hay alguna manera de incrementar las posibilidades de conseguir esta inspiración a voluntad? ¿Cómo podemos invitar a la Musa inspiradora a charlar con nosotros más a menudo? Y lo más importante ¿Qué debo darle de comer para que quiera repetir la visita y que siempre se sienta a gusto? Con toda sinceridad no existe una fórmula exacta, porque al estar esta bella inspiración conectada a nuestro lado más sensible está claro que la inestabilidad constantemente la lleva de la mano. ¿Qué hacer entonces? Te propongo…

Música, poesía o literatura (o todos) todos los días

Estos tres elementos comparten una línea en común, que es darnos una nueva estructura de las palabras, ideas y cadena de pensamientos. Por rutina –y por el instinto de supervivencia del ser humano – tendemos a cambiar muy poco la manera que tenemos de hacer las cosas una vez que funcionan, ya que por el sistema «prueba y error» no tendemos a modificar una metodología y arriesgarnos nuevamente a que no lo consigamos hacer. Es por eso que la música, la poesía y la literatura nos enseñan experiencias y realidades de otras personas, con pensamientos, acciones y estructura de toma de decisiones ajenas a la nuestra, dándonos una nueva realidad, un punto de vista distinto y estimula nuestro deseo de experimentar nuevos rumbos.  Pero la regla de oro es tomar dichos elementos como referencia y no como aspiración creativa, ya que la originalidad en una pieza creativa está en su estilo propio. La gente ya conoce a un Picasso o a un Shakespeare, ahora quieren saber de tí y qué tienes para dar al mundo con tu talento.

Curiosidad e interés por todo

Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta al momento de buscar inspiración es que nada se crea espontáneamente. Todo surge de la curiosidad de conocer cómo funcionan las cosas, de dónde salen, cómo llegar a ellas y cómo otras personas han encontrado el mejor camino para llegar a saciar sus propias preguntas. ¿Qué se siente ser abuelo? ¿Cómo funciona una fábrica de cartón? ¿Cuál era la moda del siglo XV?. Pregunta a un granjero cómo cosecha el trigo, habla con el abuelo que se sienta en la parada del autobús todos los días en sus calcetines y no sabes por qué, atrévete a decir «todo estará  bien a una persona que está llorando intentando que nadie la vea. Como dice una frase célebre, «no hay preguntas estúpidas, sólo estúpidos que no preguntan». La curiosidad es el motor del aprendizaje y el deseo de ayudar y conocer a las personas que nos rodean el más nutritivo pan nuestro de cada día. Todos tenemos siempre algo que decir, y si se pregunta de la manera correcta la respuesta puede ser tan inspiradora que hasta puede convertirse en poesía.

Alimentación intelectual de lujo…pero también basura

Lo importante a tener en cuenta es que estos elementos funcionan a base de «repertorio creativo», lo que significa que cuanto más variada sea nuestra fuente de información más oportunidades tenemos de encontrar nuevos nichos de imaginación. Todos tenemos nuestros dioses, ejemplos de talento y creatividad; está claro que nos encantaría escribir, dibujar, hablar y hasta comer lo mismo que ellos para ver si así podríamos ser un poco más como ellos. Pero, como había mencionado anteriormente, estas personas llegaron a donde están porque ofrecieron algo distinto a mundo, algo que antes era desconocido y que abrió un camino nunca antes explorado para demostrar al mundo que estamos todavía tan lejos de haberlo inventado todo. ¡Atrévete a ser tú mismo y a saber lo que tu talento vale! Te sorprenderán los resultados.

En conclusión…

Nadie nace naturalmente lleno de imaginación y creatividad. Estas son cualidades que conforman la esencia de todo ser humano. El secreto está en descubrir cómo utilizar este preciado talento y entender que si bien es un privilegio de todos, no muchos saben como sacar el mejor provecho de estas maravillosas cualidades. Como todo lo bueno y lo que deseamos que permanezca para siempre el poder utilizar estas armas creativas requiere de una buena alimentación de estímulos, de una constante curiosidad hacia nuestro entorno y de la valoración de la belleza que existe en todo lo que nos rodea. Emprende una aventura hacia las aguas de la fantasía, escucha al viento susurrarte nuevas melodías, prueba nuevos contextos, abre los ojos hacia tu interior…y observa.

Las experiencias nos hacen fuertes y, por sobre todo, sabios.

Clima: ¿…Testigos de los últimos susurros del Planeta?

28 diciembre 2009

Ignorancia. Dulce omisión, consciente o inconsciente, de cuestiones que muchas veces pensamos que escapan de nuestra responsabilidad. Un sentido de falsa defensa mental nos dice que sólo debemos preocuparnos por lo que beneficia nuestras vidas o atenta contra ella pero… ¿sabemos acaso diferenciar lo que realmente nos afecta de lo que deseamos creer que lo hace? ¿Sabemos cuáles son nuestras responsabilidades como sociedad; el cuidado de nuestra propia especie y de las demás que colaboran con nuestro sustento?

En lo que concierne al medio ambiente es difícil conocer muchas de estas interrogantes, más aún cuando gran parte de esta información está cubierta por la acogedora manta de la comodidad. Personalmente no me considero una «abraza-arboles», pero la situación por la cual estamos atravesando en la actualidad merece una extra atención, especialmente por haber estado tan cómodos por mucho tiempo. Ahora ya no es cuestión de que sea o no suficiente lo que hagamos para colaborar con una civilización sostenible, o el grado de información que estemos dispuestos a incorporar a nuestro universo de conocimientos, sino ya de plantearlo como una obligación de cada ser humano en la lucha por su propia supervivencia y el de sus futuras generaciones.

Teniendo esto en mente, os presento este documental realizado por el director francés Yann Arthus-Bertrand, llamado Home, el cual  ha sido realizado sin ánimos de lucro con el único propósito de dar a conocer el rol que cada uno debe tomar para poder conservar este legado natural de más de cuatro mil millones de años depositado en nuestras manos. La clave para la supervivencia en años por venir no será individual, sino basada en la colaboración y preocupación por cada recurso que tenemos a nuestra disposición, incluyendo nuestra propia mano de obra. No todo está perdido y queda mucho por hacer. Las siguientes páginas de la historia dependerá de que entendamos que no estamos solos y que tenemos una importante función para seguir luchando por nuestra perduración como planeta. Hemos sido bautizados como homo sapiens… actuemos como tal.